En torno a a la fiesta de San José se celebra el Día del Seminario en España. Esta semana el Papa Francisco refiriéndose a la vida de los sacerdotes y sus desafíos decía: “el tiempo que vivimos es un tiempo que nos pide no solo detectar el cambio, sino acogerlo”. Estas formas de afrontar las cuestiones de vivir episodios particulares de la vida ministerial se empiezan a potenciar desde los seminarios y casas de formación.

La Conferencia Episcopal Española es pionera en la Iglesia Universal respecto al realce y la importancia que desde el episcopado y las subcomisiones episcopales se le da a los Seminarios. Este año no es excepción. Han desarrollado, desde el lema “Sacerdotes al servicio de una Iglesia en camino”, materiales y subsidios para dinamizar esta celebración. Como bien dice la misma Conferencia: es una ocasión para pedir, dar gracias y mostrar cercanía con los seminaristas, sus formadores y las vocaciones sacerdotales. 

El ejemplo para otras diócesis

Nos parece que estas iniciativas tienen que irse abriendo lugar en las diócesis del mundo. Hay que romper con algunas nociones entra los mismo fieles y reconocer que el seminario no es una “fábrica de sacerdotes”. Tampoco un “lugar para personas perfectas”. En ellos, más bien, se abren espacios para discernir la llamada que Dios hace a todo ser humano, se reconoce la necesidad que la Iglesia tiene en estos momentos. Más bien se propone un discipulado cristiano que se intenta vivir entre seminaristas y sacerdotes formadores. 

Celebraciones como el “Día del Seminario” son oportunidades para concienciar a todas las diócesis de esta pastoral de conjunto que estamos llamados a practicar. Nos introdicen en este estilo sinodal donde damos lugar a la fraternidad y al diálogo. 

Puedes acceder aquí a los materiales elaborados este año para el Día del Seminario en España.