Pastoral de la Vocación

El Proyecto de PV (IV). Objetivos generales

Categorías Sembrar Vocaciones
Este artículo está escrito por Jesús Castillo

En esta nueva cuarta entrega te animamos a soñar, esta es una actitud que aprendemos de Dios que es quien siembra y acompaña la vocación.

Es un momento precioso en el que el Equipo de Pastoral Vocacional puede reflejar en un papel todo lo que espera en el trascurso del tiempo que plantea el proyecto.

1. Elaboración de objetivos generales.

Reúne a todo el equipo y sugiere un momento de oración y reflexión. Se busca soñar, creer que es posible, dejar a Dios ser Dios y a nosotros ser discípulos.

El siguiente video te puede servir para alimentar este momento. Se trata de un poema de Santa Teresa de Calcuta

Una vez que el ambiente está encendido es tiempo de poner en práctica la elaboración de los objetivos. A continuación te ofrecemos un modelo de ficha que ayudará para realizarlos en cuartos de hojas de papel.

Entrega varios cuartos de hoja a cada miembro del equipo y proyecta o escribe a la vista de todos un ejemplo de objetivo general.

Por ahora no importa mucho si es un objetivo a largo plazo o muy costoso, es importante soñar y plasmar objetivos que brotan de la realidad y necesidad de la pastoral vocacional de tu diócesis o institución.

A continuación te proponemos la siguiente ficha:

Una vez elaborados la mayor cantidad posible de objetivos los reservamos y continuamos con el siguiente trabajo.2. Clasificación por destinatarios.

2. Clasificación por destinatarios.

En la segunda entrega vimos los niveles de destinatarios: ejecución, animación, asesoría y mentalización. Pincha aquí para recordar los niveles: https://pastoraldelavocacion.org/sembrar/el-proyecto-de-pastoral-vocacional-ii-marco-de-la-realidad/

Ejemplos:

  • Ejecución: Los niños del colegio reciben una catequesis vocacional al mes.
  • Animación: Los promotores vocacionales son capacitados en medios digitales.
  • Asesoría: La pastoral vocacional institucional organiza una asamblea al año.
  • Mentalización: El obispo recibe el balance de actividades anuales.

3. Tiempos.

Una vez clasificados los objetivos en niveles es tiempo de pensar en cuánto tiempo se pueden realizar. Te sugerimos 3 plazos: corto, mediano y largo.

  • a. Corto plazo. Son las actividades que son más factibles realizar, muchas de ellas quizá ya se están realizando o la comunidad ya tiene experiencia basta. Por ejemplo: Las hermanas realizan un retiro vocacional por cuaresma.
  • b. Mediano plazo. Se trata de la realización que no es posible de inmediato, quizá requieran un replanteamiento o planificar algo antes de emprender dicha actividad. Por ejemplo: Los jóvenes realizan una obra de teatro vocacional. (Quizá primero hay que prepararlos en catequesis vocacional y artes escénicas, por tanto no se puede realizar este mismo año sino esperar cerca de unos 2 ó 3).
  • c. Largo plazo. Aquí caben las propuestas que requieren un mayor tiempo de maduración de la cultura vocacional en la comunidad. Es posible que conforme se avance en la ejecución del proyecto estas actividades puedan pasar al mediano plazo. Aunque no siempre. Por ejemplo: El obispo nombra un delegado de pastoral vocacional en cada decanato.

Es importante que todo el equipo ayude a discernir en qué plazo de tiempo se pueden realizar las actividades. ¡Manos, mentes y corazones a la obra!

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