El Papa Francisco continúa esta valiosa serie de catequesis sobre el discernimiento, esta vez pone su mirada en el elemento de la familiaridad con el Señor. De entrada, quiere proponer la oración como “ayuda indispensable para el discernimiento espiritual”, particularmente cuando esta oración, dice el Pontífice, involucra los afectos.

Discernimiento sincero

Este es uno de los aspectos de relevancia de la catequesis, todo discernimiento debe involucrar cuanto la persona es, presentarlos al Señor con sencillez y familiaridad. Si bien debemos discernir todo cuanto emprendemos, jamás podemos olvidar que le discernimiento no busca una “certeza absoluta” como lo recuerda Francisco. Esta familiaridad con Dios ayuda al que discierne a descubrir quién es en realidad Dios, que le llama.

Tarea de todos los días

La catequesis nos recuerda que discernir no es una experiencia fácil, a veces nos equivocamos con lo que creemos que sentimos o queremos dentro de nosotros mismos. Razón por la cual todo acompañamiento vocacionalmente debe tener un alto contenido sobre el discernimiento; y más que teoría se necesitan espacios amplios y frecuentes para el ejercicio del discernimiento. Sin discernimiento la vocación comienza a ser un proyecto personal y deja de ser la llamada cercana y familiar del Señor.

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