La familia de los candidatos es parte integrante del proceso formativo. En primer lugar, porque ha supuesto el primer espacio de formación para el chico o la chica que ha decidido formarse para la vida religiosa o para el sacerdocio. En segundo lugar, porque de las sanas relaciones con su familia natural brotarán después las relaciones adecuadas con los miembros de su nueva familia (la comunidad formativa del seminario o la comunidad de consagrados).
Es preciso recordar que si los padres no viven los valores evangélicos, será difícil que los jóvenes y las jóvenes puedan percibir la llamada, comprender la necesidad de los sacrificios que han de afrontar y apreciar la belleza de la meta a alcanzar. En efecto, es en la familia donde los jóvenes tienen las primeras experiencias de los valores evangélicos, del amor que se da a Dios y a los demás.
Juan Pablo II
Vita Consecrata, 107
Para ello es necesario que el formador conozca el ambiente donde se ha desarrollado esta primera etapa de la vida del joven que acompaña . También que conozca las situaciones particulares que ameritan una particular atención. Comenzaremos por ellas.
Situaciones particulares
Por su importancia, la familia es un elemento clave de discernimiento vocacional que hay que ponderar desde las primeras manifestaciones vocacionales del candidato. A la hora de discernir las vocaciones hay que ser sensibles a las influencias positivas o negativas de la familia en el candidato, por las consecuencias que puedan tener tanto en su proceso de maduración personal como en el momento de efectuar la ruptura familiar.
En particular habrá que prestar atención al influjo familiar en sus motivaciones y comportamientos, para ayudar a discernir su rectitud de intención y su idoneidad para la vocación. En el discernimiento y acompañamiento del proceso vocacional ser han de tener en cuenta el grado de salud física y psíquica de la familia, su situación social y económica, las relaciones entre sus componentes, la vivencia religiosa, el tipo de valores que transmite y la vinculación afectiva con el candidato.
Para tener en cuenta
En la actualidad, teniendo presente la situación y el entorno familiares de los candidatos, se debe examinar a aquellos candidatos cuyas familias tienen problemas y conflictos que les imposibilitan el desarrollo vocacional. En particular hay que examinar la herencia fisiológica de los candidatos y sus antecedentes familiares. De hecho, se dan situaciones familiares concretas que hay que tener en cuenta:
- Hijos únicos. El ser hijo único, en principio, no es impedimento para ser claretiano. No obstante es un caso particular que ha de ser discernido con cuidado especial. Se ha de examinar bien la personalidad del candidato, la educación que ha recibido y, en diálogo con los padres, la situación de vida en la que ellos han de permanecer en el futuro.
- Hijos de padres no casados o separados. El hecho de tener padres separados o no casados, aunque no constituye en sí un impedimento, sin embargo puede originar muchos casos problemas personales y relacionales con incidencias vocacionales. También la existencia de conflictos familiares serios pueden determinar problemas afectivos y de relación con la autoridad, que se reflejan luego en conflictos personales y comunitarios y, sobre todo, de obediencia.
- Hijos de padres no creyentes o con otras confesiones religiosas. Cuando el candidato provenga de una familia no creyente o perteneciente a otras confesiones religiosas, habrá que verificar la autenticidad de la vivencia actual de su fe católica y ayudarle a asumir los valores de su experiencia humana y religiosa para que los integre en su proceso de fe y de seguimiento de Jesús.
Para el trabajo
Esta ficha va dirigida directamente a los formadores. Con ella se pretende fijar la atención en la familia del candidato a fin de conocerlo mejor conociendo el entorno y la vida familiar donde de ha desarrollado.
Puedes descargarla aquí e imprimirla para trabajar en una sesión de estudio con los compañeros del trabajo formativo.
Lectura y asimilación del documento
Leer atentamente el documento. Aclarar las palabras o expresiones que no se entiendan o se ignore su significado en el contexto. Después ir señalando con un lápiz:
- Lo que no entiendes (?)
- Lo que te parece que sobra (+)
- Lo que falta, según tu opinión (-)
- Lo que subrayas como más importante de todo (_)
- Indica los aspectos que para ti son los más importantes de este documento concreto.
PREGUNTAS PARA PROFUNDIZAR
- ¿Conozco la familia de los formandos? En caso negativo, establecer un pequeño plan para visitar, entablar relación y conocer su entorno familiar.
- ¿Se da alguna situación especial que conviene tener en cuenta? Delimitarla en concreto, situando y definiendo esa situación especial.
- Datos concretos familiares que explican y contextualizar al candidato y que deben ser tenidos en cuenta.
- Ver, si es necesario, las intervenciones pedagógicas que se deben realizar o bien con la familia en concreto, o bien con el candidato, a fin de avanzar en el proceso de formación y maduración vocacional.
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