Pastoral de la Vocación

Prevención de abusos en los Seminarios: la  experiencia formativa en Huancayo

Este artículo está escrito por Lucas Smiriglia

La Iglesia llama con insistencia a crear entornos eclesiales seguros. Los seminarios son un lugar sensible para propiciar una cultura saludable que permita prevenir abusos presentes y futuros. El Seminario Mayor San Pio X de la Arquidiócesis de Huancayo, en Perú ha asumido el compromiso de construir una cultura del buen trato.

Se ha incorporado en la curricula académica, el curso de Cultura del Buen Trato y Prevención de Abusos. El curso semestral ha estado acompañado por tres especialistas: el p. Lucas Smiriglia, director espiritual y psicólogo por la  Pontificia Universidad Gregoriana, la Hna. Miriam Trucios Carmelita Descalza del Monasterio de San José, formada en Prevención de Abusos por el Iter de Venezuela y la Lic. Angela Alva, especialista en Protección de Menores por el Instituto de Antropología de la Pontificia Universidad Gregoriana.

A continuación, les compartimos la experiencia de Fernando y Juan Marcos de la etapa configuradora y Jorge, de la etapa discipular. Tres seminaristas que dan cuenta de esta experiencia académica formativa que ha desplegado un proceso de sensibilización desde el Seminario hasta toda la Arquidiócesis.

¿Cómo te resonó enterarte que se varias un curso de prevención de abusos en el Seminario?

Fernando: Algo totalmente nuevo y novedoso. Sabía que ocurrían abusos dentro de la Iglesia (y deberían ser tratados desde las leyes justas y demás), pero al enterarme del curso, dije: – «que bueno que se lleve este curso». Para Jorge, “Lo primero que me resonó fue algo novedoso, nunca había tratado el tema de prevención de abusos dentro de la iglesia”.

Curiosidad sobre el curso…

Juan Marcos, expresa: “Al principio del año, cuando vi que integraba el pensum me dio mucha curiosidad de saber de qué se trataría el curso. Realmente no sabía cómo se abordaría. Le comenté a mi superior, y se puso contento porque justo él había recibido en vacaciones un curso similar, y nos comenzó a explicar maso menos de qué se trataba. Eso me animó más a poder llevarlo, aunque dentro de mí sentía que veríamos cosas que nos dolerían mucho, como los abusos en la iglesia. Lo que me llamó la atención, antes de llevar el curso, fue el nombre. Pensaba qué relación tiene la prevención de abusos con la promoción de la cultura del buen trato. Comprendí por qué nuestro anterior rector, Mons. Eduardo Redondo, insistía todos los días con que los seminaristas nos tratemos bien”.

¿Han podido conocer testimonios o relatos de personas abusadas? ¿ como lo has vivido?

Fernando: “Personalmente no me he topado con nadie abusado, alguna vez escuché a los que sufrieron acoso, pero supieron poner pare y hablar. Rescato de estas personas en el momento de decir «no», porque los que se aprovechan de la vulnerablilidad de las personas muchas veces indefensas o de los que no tienen mucha pertenencia social; como clérigos (los que se acosan o abusan) tienen un status o algo que los vela de poder, un misterioso respeto que generaron por ser curas, y eso los mantiene con la la boca cerrada ante acosos y abusos. El término del «qué dirán»; también «calla mucha queja», y dentro de esas quejas silenciadas hay mucha historia y abusos sufridos. Hay poco conocimiento y poca formación.

Jorge: “Sinceramente no puede conocer concretamente un testimonio de aquellas personas que sufrieron estos abusos. Pero si escuche algunos casos que se dieron dentro de la sociedad. No sabía que decir o cómo actuar ante esta situación, solo me causaba tristeza e indignación ante estos abusos cometidos ante estas personas vulnerables”. 

Testimonio en films y documentales…

“Más testimonios he escuchado en las películas,  los documentales y por su puesto revisando los casos de los grandes líderes religiosos y religiosas que causaron mucho daño en la vida de muchas personas de buena fe. “Mi reacción al oír todos esos testimonios e historiales de los abusadores, ha sido con dolor y enojo, se me hizo difícil de entender. Se que hay más cosas ocultas porque la luz de la verdad va llegando a clarificar y sacando de a poco». Pero realmente duele saber todo esto que se cometió en la Iglesia. Encima por personas que representan a Cristo administrando los sacramentos, de personas que son llamados para custodiar la vida y destruyeron. Me dolió enterarme sobre todo esto”.

Juan Marcos: “Hemos podido conocer muchos testimonios de personas abusadas en videos, series, películas, artículos, etc. No únicamente por parte del clero, sino en distintos ámbitos como el deporte, la medicina, etc. Los he vivido con mucha intensidad y dolor; ciertamente hubieron momentos en que se me iban las lágrimas y no podía seguir leyendo o viendo el video. Todo el sufrimiento que se vive, la pérdida de la inocencia, los daños psicológicos. Lo que más me dolió es el sentimiento de culpabilidad que todos los abusados compartían y que les hacia permanecer en silencio. Conocer los casos concretos y después ver las estadísticas que ayudan a notar que no sólo se trata de casos aislados. Son muchos más numerosos y están mucho más cerca de mi de lo que pensé”

¿Qué conceptos descubriste y te ayudaron para abordar esta problemática?

Se han visto muchos conceptos, Fernando rescata: abuso sexual,  abuso de poder, abuso de conciencia, abuso físico,  las relaciones asimétricas, personas vulnerables. Jorge añade, el abuso de poder como la utilización indebida de la autoridad. Me sorprendió el concepto de terceros activos, aquellas personas que se involucran para intervenir y tomar decisiones en la prevención. Hablamos de las personas vulnerables que están de algún modo mas expuestas a sufrir daño debido a su situación.

Juan Marcos, reconoce las consecuencias de los abusos “los que son abusados de niños o de adolescentes, suelen tener, a corto plazo, conductas sexualizadas mucho más temprano de lo normal. Como curiosidad sexual, masturbación compulsiva; y a largo plazo, lo que más recuerdo, es la creencia de ser valorado solo en lo sexual. En otras palabras, ponen al sexo en el centro de su vida, como si ellos mismos sólo se redujeran a lo que tiene que ver con el sexo.

“Vivimos en una sociedad hipersexualizada, donde no se entiende a las personas en toda su integridad, se se le da demasiada importancia a “con quien vas a la cama”… ¿se debe a que vivimos en una sociedad hiperabusadora? Esto me da vueltas la cabeza. ¿Cómo me ayuda a abordar la problemática?

Juan Marcos

Creo que no podemos juzgar a las personas que piensan de esta manera (evitando también creerlas, apresuradamente, víctimas de acoso), sino a abrir mi mente, ser más comprensible y acompañar. Descubrir que la realidad es mucha más compleja que las estructuras mentales que tengo en mi cabeza. Me ayuda a que el corazón me arda más en querer ayudar, en querer formarme para poder ser buen instrumento.

¿En qué crees que te ayuda a ti como seminarista y a tus compañeros de curso llevar este curso?

Llevar el curso es iniciar un camino de prevención, Fernando expresa que el curso le ayuda en primer instancia a estar prevenido, tener mayor cuidado y actuar en todo lugar con prudencia. Entiendo la dignidad de las personas (de todo tipo de personas) y la vida que es una sola; regalo de Dios se custodia, se edifica y se la hace construir.  

Para Jorge, este curso ayuda a a reconocerme, a cuidarme y a cuidar a las demás personas. Juan Marcos expresa que es necesario tomar este curso, para ganar en consciencia de una realidad en la que, muchos de nosotros, somos totalmente ignorantes.

Nos ayuda a poder estar preparados para acompañar nuestras comunidades que nos serán encomendadas. Podemos tener una actitud más de alerta ante posibles indicadores de abuso. Además, aprendemos cosas claves para nuestra formación de cara al sacerdocio, que provienen del aporte de la psicología. Creemos en la libertad responsable, la importancia del impulso afectivo sexual. Así como los mecanismos de defensa de las compensaciones, las inconsistencias, y demás temas que podemos llevar a la dirección espiritual y a nuestra meditación.

Para finalizar, ¿que sugerirías a los formadores?

Los tres seminaristas se animan a ofrecer algunas sugerencias a los formadores de distintos seminarios.

Que no tengan miedo…

Juan Marcos les pide, que no tengan miedo de mostrar a nuestra Madre Iglesia cómo es: santa y pecadora. Porque, parafraseando al Papa Francisco ¿Qué hijo quisiera esconder las arrugas de su madre anciana, pero sabia? ¿No es signo de falta de amor que un hijo se avergüence de que su madre, ya mayor, muestre arrugas? Esto lo digo a raíz de que hemos visto testimonios muy fuertes que muestran lo más vergonzoso y bajo de la Iglesia, como la serie “The Keepers”. Los seminaristas, al ver el pecado de la Iglesia, nos sentimos mucho más comprometidos a poder trabajar para levantar esta barca porque creemos que, como nos prometió Jesús. Él jamás va a permitir que se hunda del todo.

Dar la vida por los vulnerables…

Fernando agrega, que esta práctica de formación en los seminarios es muy importante. Por un lado dar a conocer al seminarista cómo vivir en los entornos de la Iglesia con prevención y proceder con toda la ley cuando ya se ha cometido el delito. El buen pastor da con mayor empeño su vida a las personas vulnerables. Jorge manifiesta que formadores: “tienen que ayudarnos a llevar a la práctica estos temas que hemos estudiado a lo largo del año.”

Y a los seminaristas ¿que les dirías para que se sensibilicen respecto al drama de los abusos en la iglesia?

Les diría a los seminaristas que sean conscientes de poder ver la realidad en la que se encuentra cada uno. Que sean capaces de abrir sus corazones para que acompañen a aquellas personas frágiles, que son propensos a sufrir estos abusos.

Fernando les dice a los seminaristas: hablen de la vida, de su vida la vida es dada gratuitamente y sin medir su duración. Este don tan hermoso solo se puede cuidar custodiando entre nosotros. Hemos sido llamados a la vida, para contribuir, construir,  edificar y custodiar, no para destruir.  Jesús en la parábola del buen samaritano elogia la actitud de la curación que le brinda, pero si este samaritano hubiera encontrado a los que le estaban golpeando; hubiera actuado con justicia. Esto también hubiera sido buen elogio

A los seminaristas, Juan Marcos les diría que no podremos ser verdaderos pastores si no vemos las heridas de nuestras ovejas. Si no las comprendemos; las ovejas, muchas veces, no hablan: sufren en silencio. Si nosotros no somos capaces de advertir, en sus ojos, el dolor que sobrellevan, corremos el riesgo de hacerles sufrir más. Y ¡Ay de los pastores que maltratan en vez de apacentar! Y cuando hablamos de nuestras ovejas, no nos referimos a las que frecuentan la parroquia, sino aquellas que están en las calles. Las que no se animan a entrar al templo porque siguen cargando ese sentimiento de culpa o porque tal vez guardan rencor. Creo que guardan la esperanza en su corazón de que, tal vez, hay un Dios que sí les entiende, que sí les ama, que no los juzga, y le rezan.

Compromiso con los Entornos Eclesiales seguros

El Seminario Mayor San Pio X de Huancayo esta dirigido por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Los Operarios asumen en su compromiso formativo propiciar un ambiente de familia que promueva la Cultura del Buen Trato en las casas de formación. Si estas interesado en recibir el programa de estudios del curso de Prevención y Cultura del Buen trato, podes contactarnos en la página Web.

1 Comentario

  1. Ericka

    Buenas noches al leer el artículo también deben observar que hoy en día no existe un compromiso con nosotros mismos ni con nuestros sacerdotes o hermanos seminaristas ya que se observa más vida social.
    Ante esto que solucione se puede dar teniendo en cuenta el artículo y los testimonios de algúnos hermanos.

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