El acompañamiento cristiano supone personas que han pasado por un proceso evangelizador y han llegado a una primera conversión y opción global por Cristo. Se definen como cristianos pero sin haber sacado las consecuencias para su vida personal y social; quieren hacer un camino de autenticidad para que su vida corresponda a su fe. En este adecuar la vida a la fe hay momentos de duda, de vacilación, de miedo, en los cuales es necesario que la Iglesia ayude a clarificar para ir formando la conciencia y la persona cristiana. Dicha ayuda es el acompañamiento y dicha clarificación es el discernimiento. De esta manera toda labor de acompañamiento es necesariamente también discernimiento.
El discernimiento es una nota característica de la existencia cristiana porque un cristiano es una persona que va por la vida atento para descubrir cuál es la voluntad de Dios y necesita conocerla porque el plan de Dios nunca se impone, sino que es ofrecido a los hombres, respetando su libertad, para que libremente opten por Dios y por el bien. El discernimiento afecta a la conducta, se refiere más a la ortopraxis que a la ortodoxia. El sujeto del discernimiento es siempre el hombre creyente, pero situado en un contexto comunitario-eclesial.
Los límites del acompañamiento no son fáciles de fijar, pues durante toda su vida el cristiano está necesitado de este servicio eclesial, durante toda su vida tiene que discernir para ir conformándose con la imagen de Jesucristo. Sin embargo, según el punto del proceso personal se pueden fijar límites a un período determinado de acompañamiento. Se puede decir que hay tres etapas de evangelización y a cada una de ellas corresponde un discernimiento.
Etapas de evangelización, espiritualidad, vocación y proceso personal
APERTURA A LA FE: Inicio, apoyos y deficiencias en la fe. Propuesta vocacional de tipo general. Dudas, atractivo, sospecha.
CRECIMIENTO EN LA FE: Consolidar la fe, eliminar deficiencias. Crecimiento espiritual. Invitación concreta y personal. Formación. Primera decisión. Maduración de las decisiones.
DESARROLLO EN LA FE: La fe polariza toda la vida. Compromiso eclesial estable. Encomienda de la misión. Opción de vida. Perseverancia.
LOS GRUPOS JUVENILES DE ACOMPAÑAMIENTO SON NECESARIOS…
Desde la psicología de los jóvenes, que exige relaciones más horizontales. En este sentido hoy no se puede hablar de pastoral juvenil si los jóvenes no evangelizan a los mismos jóvenes. También en el aspecto vocacional los jóvenes piden una ayuda mutua, una experiencia grupal.
Desde la vivencia eclesial de la complementariedad de las vocaciones y la sintonía de esta complementariedad con la experiencia grupal. La experiencia del acompañamiento en grupo prepara y sensibiliza para la vivencia vocacional con un claro sentido eclesial.
Desde un proceso lineal, no circular, de crecimiento personal, respetando los procesos de las personas, desde su apertura a la fe hasta el desarrollo en la fe.
OBJETIVOS DEL GRUPO JUVENIL-VOCACIONAL
Ofrecer a los jóvenes que se plantean su futuro una estructura de apoyo comunitario que se complemente con la dirección espiritual.
Presentación de la vocación cristiana y cristiana específica como búsqueda de un modelo ideal-eclesial. Desde la experiencia grupal se percibe este modelo como dado y propuesto por la Iglesia.
Crear un clima de atracción interpersonal en torno a los valores cristianos y vocacionales en una creciente especificidad que potencie una línea de autoformación en los participantes en el grupo.
Crear un espacio de libertad donde los participantes puedan expresar sus inquietudes y vivencias para poder llegar a un descubrimiento de sí mismos y de su propia vocación.
CONDICIONES DEL ACOMPAÑAMIENTO GRUPAL
ATRACCION INTERPERSONAL. Debe posibilitar la atracción entre los miembros del grupo en su búsqueda de los valores cristianos y vocacionales. La vivencia profunda de los valores crea un clima de búsqueda y perfeccionamiento de esos mismos valores, promueve la identidad de las personas en torno a un servicio eclesial que quieren prestar en el futuro.
ENCUENTRO RELIGIOSO CON DIOS QUE LLAMA. El grupo juvenil tiene una constante referencia a la oración, a la lectura de las llamadas de la realidad, a la entrega total de las personas a un proyecto cristiano de vida. La vida de gracia y de sacramentos es fundamental en un grupo cristiano juvenil.
APERTURA AL CAMBIO DE GRUPO. El grupo de acompañamiento vocacional está limitado a un tiempo concreto de discernimiento. Las personas deben estar dispuestas a pasar a otro grupo más específico, a dejar ese grupo, pues su finalidad es ayudar al discernimiento vocacional.
PRESENCIA-TESTIMONIO CUALIFICADO DE PERSONAS QUE HAN HECHO LA OPCION VOCACIONAL. La participación de personas que ya viven una vocación específica como asesores concreta el acompañamiento grupal. La orientación concreta del grupo está animada por quienes tienen la responsabilidad pastoral en la Iglesia.
EL ACOMPAÑAMIENTO GRUPAL CONDICIONA LA VIVENCIA ULTERIOR. En personas que han pasado por un proceso de acompañamiento grupal, sin olvidar nunca su complementariedad con el acompañamiento personal, se puede esperar una manera más eclesial y comunitaria de vivir la fe. Ellos mismos darán a su fe un sentido ampliamente eclesial; crecerán más fácilmente en el aprecio y valoración de las otras personas e instituciones eclesiales; tendrán mayor apertura al diálogo comunitario, a la corrección fraterna y a la formación profunda.
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