Pastoral de la Vocación

Espacio de encuentro

Encuentro vocacional: despertar de la vocación

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Este artículo está escrito por Francisco Ceballos

La vocación como acontecimiento

Comprendemos la vocación como el acontecimiento que marca y moldea la propia historia, abriendo la existencia a su significado más denso y real. Supone por tanto un encuadre histórico, personal y ambiental en el que arraiga una experiencia de encuentro con Dios y con el prójimo capaz de revelar la propia identidad. Este encuentro está en el origen mismo de la llamada, desemboca en una respuesta personal y se va desdoblando a lo largo de la vida. La vocación es por tanto un acontecer permanente en la vida de la persona que se va descubriendo a sí misma en el horizonte de la voluntad de Dios. 

Vocación e identidad

Acaso la cuestión vocacional original sea la de descubrirnos y responder a la interrogante: ¿Quién soy? El itinerario hacia el descubrimiento de la propia vocación transita el camino de la propia identidad que se va develando. Descubrir la vocación es llegar a ser quienes somos en verdad. Ahora bien, el descubrimiento de la identidad pasa por la apertura al Otro y a los otros. Soy capaz de descubrirme en el contraste con aquellos que me permiten matizar los rasgos de mi propia personalidad, pero más aún, me descubro en el propósito de aquello que Dios ha querido para el hombre y en lo que ha querido para cada uno en concreto. “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?” (Sal 8,4) “Tú eres Pedro” (Mt 16, 18). El camino vocacional es el ascenso hacia la propia verdad y caminar en la verdad es responder a la llamada que Dios nos hace. 

¿Cómo se puede descubrir la propia vocación?

Abriéndonos a Dios, dejándonos alcanzar por Él en la escucha de su Palabra y en la interpretación de los signos vocacionales que vamos descubriendo en nuestras vidas y a través de los cuales Dios también nos va hablando. No basta con ser piadosos, es necesario entrar en diálogo, en confrontarnos, en estar atentos, en discernir y finalmente elegir, haciéndonos dóciles y disponibles a aquello que vamos descubriendo como la voluntad de Dios en nuestras vidas. Así podemos esbozar los rasgos más básicos del camino vocacional:

  • Oración
  • Acompañamiento / Discernimiento
  • Elección
  • Disposición 

Hacia una propuesta inicial en el acompañamiento: el “Despertar vocacional”

En la pastoral vocacional el primer encuentro que marca todo el itinerario del discernimiento es lo que hemos llamado el “Despertar Vocacional”. Entiéndase como la acción pastoral en la que se plantea el “kerigma vocacional,” es decir, los contenidos básicos de la antropología y la teología de la vocación. Ante todo el despertar vocacional es una ocasión para propiciar el encuentro consigo mismos y con el Señor donde se invita descubrir el paso de Dios en la propia vida, a través de las mediaciones vocacionales: familia, amigos, parroquia, grupo juvenil, etc., que han dado forma a la propia experiencia de fe. La finalidad de este espacio es comprender que el camino de la fe es ya el camino vocacional y que a través de esas mediaciones el Señor va revelando su voluntad en nuestras vidas. 

Este espacio debe propiciar la experiencia vital con la Palabra de Dios que ilumina la propia historia. Es aquí cuando la propuesta debe introducir a la oración e invitar a la vida de oración como espacio fundamental para la escucha. 

Preparando el “Despertar vocacional”

Ante todo debemos tener claras las ideas básicas con respecto a la vocación y a la acción pastoral. En este sentido, es importante comprender la vocación en su amplitud carismática y en su raíz bautismal, lo que dirige la propuesta a todos los miembros de la comunidad cristiana y a todas las formas en que se presenta la vocación: laical, vida consagrada y sacerdocio ministerial. 

Por estar dirigido a la comunidad cristiana, el “Despertar vocacional” supone un camino de fe. En este sentido, el ideal es que el primer encuentro vocacional esté dirigido a jóvenes que ya tengan una experiencia de fe compartida y vivida, ya sea en la catequesis, grupos juveniles o demás espacios de apostolado y de acompañamiento. En este sentido, el “Despertar vocacional” se inserta dentro del itinerario de fe que ya se vive en la comunidad cristiana y no irrumpe como un elemento extraño, más bien, aporta o subraya el matiz vocacional de toda la acción pastoral en la Iglesia.

Elementos a tomarse en cuenta cuando organizamos un “Despertar vocacional”

Lo primero es tener claro el objetivo, aquello que esperamos conseguir en el primer encuentro vocacional. En este sentido es importante plantear el objetivo como un punto de llegada que tenga al sujeto al que se dirige la acción pastoral como protagonista, así el objetivo pudiera ser:

Que el joven participe de un espacio fraterno de encuentro con el Señor, donde se plantee la interrogante vocacional fundamental: ¿Señor qué quieres de mi?

El objetivo ya marca el desarrollo del encuentro que puede plantearse en una jornada. La misma puede organizarse en cuatro momentos fundamentales:

  • Integración
  • Formación
  • Oración 
  • Compromiso
Integración

El primer momento debe estar marcado por la bienvenida fraterna, el romper el hielo, el abrirse a los demás y entrar en la dinámica del encuentro en general. Las dinámicas de bienvenida, conocimiento e integración no deben ser solamente juegos, sino que deben contribuir a alcanzar el objetivo planteado. Así por ejemplo, una dinámica de conocimiento mutuo debería ayudar al joven a descubrirse a sí mismo, a mirar en su propia historia personal, a compartir con los demás sus convicciones y anhelos, así como su experiencia de fe. Poco a poco este primer momento debe abrir la atención a la escucha que da paso al contenido formativo.

Formación

Se trata de una catequesis básica con respecto a la fe vivida en clave vocacional. Por tanto, la catequesis apunta a comprender el propio camino de fe como camino vocacional, a descubrir el valor de la llamada y poner de manifiesto las actitudes que nos permiten acogerla: estar atentos, apertura a Dios y a los hermanos, necesidad del acompañamiento, vida de oración, docilidad y disponibilidad. El momento formativo debe preparar la reflexión que desemboca en la oración, por ello es importante ir propiciando un ambiente de cierto recogimiento, con un momento para la reflexión personal o en pequeños grupos, que permita centrar la atención en la meta que nos hemos propuesto.

Oración

Es el momento más denso y personal del encuentro, pues busca que el joven se encuentre con el Señor, y en diálogo confiado, se abra a la pregunta vocacional fundamental ¿Señor qué quieres de mi? Debe cuidarse especialmente el ambiente, de tal manera que propicie el recogimiento y disponga a la oración (espacios, música, disposición de las personas). Debe estar centrado en la Palabra de Dios y por tanto en la escucha. Puede desarrollarse en el marco de la adoración eucarística de la cual se supone que los jóvenes ya tienen alguna experiencia. En el contexto del encuentro vocacional inicial, el momento de oración debe ser significativo y en un espacio de tiempo que no supere la media hora. La idea es dejar a los jóvenes enganchados.

Compromiso

El encuentro vocacional debe dar siempre paso al itinerario vocacional, disponer al acompañamiento personal y al surgimiento de espacios vocacionales dentro de la propia comunidad cristiana. En este sentido, es muy importante plantear a los jóvenes algunas consignas a llevar adelante durante el tiempo que media entre el primer encuentro vocacional o “Despertar vocacional” y el segundo encuentro, que buscará profundizar en el discernimiento de acuerdo a los objetivos que se planteen en el proyecto vocacional.

Conclusión

El encuentro vocacional es el espacio propicio para abrirse al proceso de discernimiento, profundizarlo y acompañarlo en sus diferentes etapas. Llamamos “Despertar vocacional” a ese primer encuentro que marca el inicio del itinerario del discernimiento comunitario y personal de la propia vocación. Las ideas aquí planteadas no quieren ser una receta prefabricada, sino una invitación a plantear espacios de acompañamiento significativos en el seno de nuestras comunidades cristianas.

Para profundizar aún más en los aspectos básicos de la pastoral vocacional, la teología de la vocación y el proyecto vocacional; puedes engancharte a los cursos online que el Instituto de Pastoral Vocacional de México ofrece en el siguiente enlace.

1 Comentario

  1. Yolban Figueroa

    Gracias por estas aportaciones a la pastoral vocacional en ese primer momento. Aprovecho para agradecerles, también, por este proyecto, bastante útil sobre todo para aquellas personas más familiarizadas con la web como fuente de investigación.

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