En las anteriores entregas (Proyecto de PV I y Proyecto de PV II) se establecieron como importantes del proyecto de pastoral vocacional: el equipo, el análisis de la realidad y el diagnóstico de la propia pastoral vocacional. Ha llegado el momento en el que se quiere responder a esa realidad de cómo se vive la vocación.
En este momento de «soñar» se puede invocar a san José, padre de Jesús. En sus sueños él logró descubrir la voluntad de Dios.
Salve, custodio del Redentor
Papa Francisco. Patris Corde
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.
- La propuesta del objetivo general.
Es importante tener claro un objetivo general del proyecto que puede surgir del equipo, pero nunca hay que olvidar el Plan Diocesano o Institucional de Pastoral. Este documento dará una idea clara y precisa de lo que pide la Iglesia en materia vocacional. Este objetivo debe ser lo más claro posible y acuñado por los miembros del equipo, de modo que se sientan en comunión con el objetivo general que se quiere alcanzar.
- 2. Los objetivos específicos
En este momento son convocados todos los miembros del equipo y se les propone pensar y reportar los sueños que tienen sobre su propia pastoral vocacional y que impliquen a todos los destinatarios posibles. En algunas ocasiones pueden ser objetivos que parezcan muy sencillos e incluso que ya se realizan, y otros pueden tornarse como muy ideales. Aquí lo importante es que sean realistas y no abstractos.
Un ejemplo de los primeros es: El equipo de Pastoral Vocacional organiza una Expo-Carisma en los colegios de la diócesis.
Un ejemplo del segundo es: Las promotoras logran que todas las chicas católicas se enamoren de la vida religiosa.
Es importante señalar que aunque los objetivos nacen de la ilusión de una renovación de la pastoral vocacional y de cómo vivir la vocación, debe estar muy claro el diagnóstico trazado con anterioridad. Porque de este modo se puede responder a una auténtica realidad que se vive. Y se responde desde la ilusión realista situada en el tiempo y espacio.
En este momento no importa mucho qué tan posible es realizarlo este mismo año o el próximo, sino soñar en que es posible. En su momento se organizará en plazos y, de este modo, se podrá mirar cada vez con mayor realismo.
Los objetivos deben ser cortos, precisos y posibles. De modo que puede comprenderse sin tantas vueltas. Por ejemplo: Los profesores viven un retiro vocacional de cuaresma. También es importante que tomen en cuenta a los destinatarios de los cuatro niveles: mentalización, asesoría, animación y ejecución. Recordar que la pastoral vocacional no sólo implica a los jóvenes inquiets por la vocación consagrada o sacerdotal.
Te sugerimos la siguiente ficha para realizar con tu equipo realizar una lluvia de objetivos específicos para tu proyecto:
Estas fichas puedes realizarlas en unas hojas de papel cortadas en cuatro y entregar a cada miembro las que solicite. Insistimos en la actitud de «soñar» con una pastoral vocacional que responda a los desafíos reales que se han observado.
Para ambientar este momento te sugerimos el siguiente material: https://www.youtube.com/watch?v=n-qcYE9xQbw
Sería bueno generar el diálogo sobre el ojo de carne y el ojo de vidrio. ¿Qué vemos y qué soñamos de nuestra pastoral vocacional? Lo objetivo de nuestro análisis ¿nos frena o nos estimula a soñar?
Hecho este diálogo pueden comenzar con plasmar y reportar «los sueños» de cómo vivir mejor nuestra vocación.
Al final de este momento son reservados aparte todas las fichas escritas.
- 3. Estrategias
La palabra estrategia proviene del ámbito militar, es muy propio de él. Hace referencia a la táctica que se usará al mover el personal castrense para poder lograr el objetivo en una batalla o en una acción propia de la institución militar.
Del mismo modo, el equipo de pastoral vocacional traza una serie de pasos para lograr su objetivo general y sus objetivos específicos. Es un momento para empezar a poner orden y dirección a todo lo que se desea emprender.
El orden en un proyecto de pastoral vocacional ayuda a no perder la orientación común de los objetivos trazados. Implementar una estrategia responde a esa necesidad de organización sistemática para alcanzar más fácil los objetivos soñados.
Pueden favorecer tres preguntas:
a. Para lograr nuestros objetivos ¿Qué cosas o destinatarios tienen prioridad?
b. ¿Cuál queremos sea nuestro «sello» o «marca» que indique que nuestra pastoral vocacional es testimonial?
c. ¿Qué orden deben llevar nuestras acciones para poder lograr los objetivos?
Se puede elegir responder a una o dos preguntas de las anteriores para poder definir, en equipo, cuál será la estrategia para lograr los fines trazados.
La siguiente ficha puede ayudar a sistematizar este momento:
Poner por escrito estos aspectos: objetivos y estrategias ayudará a continuar dando forma al proyecto. En la siguiente entrega daremos pautas para dicha organización. ¡Buen trabajo!
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