Discernir y acompañar
El sábado 11 de diciembre, el Papa Francisco tuvo un encuentro en la plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. A grandes rasgos el mensaje gira en torno a dos palabras: “discernir y acompañar”. Tarea que no solo se refiere a la Congregación como tal, sino aquellos que en la Iglesia viven la vocación en la vida consagrada.
Haciendo eco del Sínodo de los Obispos sobre la Vida Consagrada, convocado por san Juan Pablo II, el Papa Francisco les lanzó el desafío de cultivar una memoria “deuteronómica”. Hace referencia a aquella expresión veterotestamentaria que invita al Pueblo a una actitud de tener constantemente presente, en su memoria, la historia propia, su pasado, de dónde viene. Quien olvida esto, no solo el consagrado, sino también los institutos o sociedades de vida apostólica. Corre el riesgo de perder gran parte de su fuerza vocacional, que proviene de reconocer el paso de Dios y su invitación a entregarnos sin medida.
Un criterio distinto
Recomendamos la noticia porque posee un trasfondo que evidencia la necesidad del discernimiento que se exige hoy a los institutos en la vida de la Iglesia. Más que el criterio de muchas o pocas vocaciones, debe primar el criterio del discernimiento de las comunidades para responder al mundo de hoy. Para colaborar con el pueblo de Dios en su respuesta a la santidad; es discernir su capacidad para la lectura y el abordaje de los signos de los tiempos.
Finalmente, la noticia posee elementos importantes frente a la aparición y los procesos de aprobación de nuevas formas de vida o de nueva comunidades e institutos. A menudo en las Iglesia locales se despierta un rechazo por aquello novedoso que surge, pero son también estos momentos oportunidades para pasar de hablar la sinodalidad y empezar a vivirla, acompañando de la mejor forma estos carismas nacientes.
Puedes leer el discurso del Papa aquí en italiano. También puedes leer la noticia publicada por la Santa Sede aquí.
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