Pastoral de la Vocación

Siete enemigos comunes de la fraternidad sacerdotal. Síntomas y antídoto

Categorías Cuidar Sacerdocio
Este artículo está escrito por Diego Hernández

Al comienzo de la Cuaresma, he recibido de un obispo amigo el texto que aquí les reproduzco. Desconocemos su autoría, pero nos ha parecido a ambos muy interesante, porque ayuda a clarificar elementos que reconocemos presentes en el deterioro de la íntima fraternidad que es fruto del sacramento y que antecede a cualquier esfuerzo humano, aunque después lo reclame.

Los presbíteros, constituidos por la Ordenación en el Orden del Presbiterado, están unidos todos entre sí por la íntima fraternidad sacramental, y forman un presbiterio especial en la diócesis a cuyo servicio se consagran bajo el obispo propio. (Presbyterorum Ordinis 8)

La hermandad sacramental de los sacerdotes está arraigada en la unidad del sacerdocio de Cristo, llamando a los ministros ordenados a vivir en fraternidad, apoyo mutuo y misión compartida. Sin embargo, esta hermandad a menudo se enfrenta a amenazas que debilitan su comunión. Estos son algunos de los enemigos más comunes de la fraternidad sacerdotal.

1.⁠ ⁠INDIVIDUALISMO CLERICAL – «No necesito a mis hermanos sacerdotes».

Algunos sacerdotes adoptan una mentalidad de guardabosques solitarios, centrándose solo en su ministerio personal en lugar de fomentar las relaciones con sus compañeros del clero. Esta excesiva independencia puede conducir al aislamiento, agotamiento y desapego del presbiterio.

Síntomas del individualismo administrativo:

❌ Preferir trabajar solo, rechazar la colaboración

❌ Evitar reuniones, retiros o reuniones del clero

❌ Ver el ministerio pastoral como un proyecto privado en lugar de una misión compartida

Antídoto:

✅ Cultivar amistades sacerdotales y responsabilidad

✅ Participar activamente en actividades diocesanas y presbiterales

✅ Reconoce que el ministerio sacerdotal nunca es un espectáculo de un solo hombre

2.⁠ ⁠COMPETENCIA Y CELOS – «Su parroquia es mejor que la mía».

Los sacerdotes a veces pueden comparar su éxito con el de otros, lo que lleva a celos, resentimiento o una sensación poco saludable de rivalidad.

Síntomas de la rivalidad sacerdotal:

❌ Sentir envidia de los logros de un hermano sacerdote

❌ Criticar a los demás en lugar de afirmar sus dones

❌ Competir por popularidad, influencia o nombramientos

Antídoto:

✅ Celebre los dones y éxitos de sus compañeros sacerdotes

✅ Desarrolle una admiración genuina en lugar de celos

✅ Recuerde: La misión de la Iglesia es más grande que la de cualquier sacerdote

3.⁠ ⁠FALTA DE CORRECCIÓN FRATERNAL – «Ese es su problema, no el mío».

Algunos sacerdotes dudan en corregir o guiar a un hermano que lucha, por temor a conflictos o rechazo. Sin embargo, el silencio frente al declive moral o pastoral de un hermano es un fracaso de la fraternidad.

Síntomas de evitar la corrección fraternal:

❌ Ignorar a un sacerdote que está cayendo en una crisis espiritual, moral o pastoral

❌ Cotillear sobre las debilidades de un hermano en lugar de confrontarlo con caridad

❌ Pensando: «No es asunto mío»

Antídoto:

✅ Ofrece orientación y aliento caritativo

✅ Aborda los problemas con humildad, no con juicio

✅ Reza para tener el valor de ser un verdadero hermano en la corrección

4.⁠ ⁠COMPLEJO DE CLERICALISMO Y SUPERIORIDAD – «Soy mejor que ellos».

El clericalismo es una actitud en la que los sacerdotes se ven a sí mismos como élite, intocables o superiores, incluso hacia sus compañeros sacerdotes. Esta mentalidad daña la fraternidad al crear jerarquías entre sacerdotes basadas en títulos, asignaciones o influencia.

Síntomas del clericalismo entre los sacerdotes:

❌ Mirando a los sacerdotes más jóvenes, mayores o menos «exitosos»

❌ Preferir el poder y el privilegio sobre la humildad y el servicio

❌ Pensar: «Mi camino es el mejor» e ignorar las ideas de los demás

Antídoto:

✅ Fomenta un espíritu de liderazgo de servicio, no de derecho

✅ Respeta a todos los sacerdotes, independientemente de su posición o experiencia

✅ Mira el sacerdocio como una vocación compartida, no como una competencia por el poder

5.⁠ ⁠CHISME Y CALUMNIA- «¿Has oído hablar del Padre tal y tal?»

Nada destruye la fraternidad sacerdotal más rápido que los chismes, las calumnias y las críticas . Hablar negativamente sobre un hermano sacerdote, ya sea en rectorías o círculos sociales, crea desconfianza y división.

Síntomas de chismes entre sacerdotes:

❌ Hablar de los errores de un sacerdote a sus espaldas

❌ Difundir rumores sobre otros clérigos

❌ Disfrutando de historias negativas sobre las luchas de un sacerdote

Antídoto:

✅ Habla bien de tus hermanos sacerdotes, o no digas nada en absoluto

✅ Si se necesita corrección, abórdalo directamente, no a través de chismes

✅ Construye una cultura de aliento, no de destrucción

6.⁠ ⁠INDIFERENCIA A LOS SACERDOTES QUE LUCHAN – «Déjalo manejar sus propios problemas».

Muchos sacerdotes experimentan agotamiento, soledad o crisis personales, pero sus hermanos sacerdotes a veces no se dan cuenta, o peor aún, no los ignoran.

Síntomas de indiferencia:

❌ No revisar a los sacerdotes que están sobrecargados de trabajo, enfermos o luchando

❌ Asumiendo: «Él estará bien», en lugar de acercarse

❌ Centrándose solo en el propio ministerio, olvidando las cargas de los demás

Antídoto:

✅ Estate atento a los hermanos sacerdotes que pueden estar sufriendo

✅ Ofrece apoyo emocional, espiritual o práctico

✅ Construye una cultura de acompañamiento, no de negligencia

7.⁠ ⁠TEMERIDAD ESPIRITUAL Y MENTALIDAD SECULAR – «El ministerio es solo mi trabajo».

Cuando los sacerdotes pierden su fervor espiritual, su conexión con la fraternidad sacramental se debilita. Un sacerdote sin oración profunda y fe no puede sostener una verdadera fraternidad.

Síntomas de la tibieza espiritual:

❌ Reducir el sacerdocio a tareas administrativas en lugar de una vocación espiritual

❌ Perder el celo por la oración, la eucaristía y la fraternidad

❌ Buscar el éxito mundano en lugar de la santidad sacerdotal

Antídoto:

✅ Renueva tu identidad sacerdotal a través de la oración personal y los sacramentos

✅ Apoyarse mutuamente en la formación de la fe y el crecimiento espiritual

✅ Ver la hermandad sacerdotal como un regalo de Dios, no solo una estructura humana

EN CONCLUSIÓN:

Proteger y fortalecer la hermandad sacerdotal

La hermandad sacramental de los sacerdotes es un don sagrado, pero debe ser nutrida y defendida contra estos enemigos. El mundo necesita sacerdotes santos y unidos, no sacerdotes divididos y aislados.

Pasos prácticos para fortalecer la hermandad:

  • Priorice la fraternidad – Pase tiempo con otros sacerdotes, no solo por trabajo, sino por compañía genuina.
  • Animarse unos a otros – Digan palabras de afirmación en lugar de crítica.
  • Sé responsable – Ten un amigo espiritual entre tus hermanos sacerdotes.
  • Orar juntos – Fortalecer la fraternidad a través de la oración común y la concelebración eucarística.
  • Apoye a los sacerdotes en dificultades – Ningún sacerdote debe sentirse abandonado por sus propios hermanos.

Que nosotros, como sacerdotes, tomemos en serio las palabras de San Juan Pablo II:

«El sacerdocio no es solo un llamado individual, sino una fraternidad, un vínculo inseparable en el servicio de Cristo y Su Iglesia».

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