El discernimiento de la vocación a temprana edad es un desafío pastoral que la Iglesia siempre se ha atrevido a enfrentar. Desde San Pablo que anima a Timoteo a llevar una vida coherente con la fe recibida, y a pesar de su juventud ser capaz de dar testimonio (Cfr. 1 Tim 4:12-16).
Es así que queremos proponerte una serie de materiales para animar a los jóvenes de tu comunidad a discernir. Usaremos el esquema de días de los Ejericicios espirituales ignacianos con textos y temática de la semana santa. Podrías usarlo para una jornada juvenil, una pascua vocacional o pascua juvenil. A continuación te explicamos la metodología.
- 1. Objetivo
Metodológicamente siempre ayuda trazar un objetivo al que se quiere llevar a los participantes. Esto ayudará a que tanto participantes como monitores puedan evaluar la eficacia de lo experimentado.
- 2. ¿Te ha pasado?
A modo de un sencillo relato le proponemos al joven una historia de algo que suelen vivir en lo cotidiano. La escucha de sus situaciones de casa, de trabajo, de escuela y de amigos nos aporta datos para poder elaborar una narración que toque las fibras interiores del joven. La narración se elabora de acuerdo a la temática que se trabajará en la jornada. La finalidad es reavivar aquello que se quiere discernir y definirlo un poco.
- 3. Palabra que ilumina
Comentario
Algunos biblistas, expertos en la Palabra de Dios pueden aportarnos sus conocimientos y así poder profundizar en la meditación de los textos propuestos para la oración y la contemplación en el discernimiento vocacional. Es importante escoger textos que iluminen, que sanen, que motiven y ayuden al joven a preguntarse: ¿y yo hacia dónde quiero dirigirme?
- 4. El espejo
La reflexión es un paso pedagógico importante para el joven porque precede a una toma de decisión. Es importante que los mismos jóvenes, con acompañamiento y supervisión, elaboren por sí mismos una reflexión que aterrice en sus realidades. Para que esta no se haga con superficialidad hay que facilitarles métodos donde ellos se vean reflejados y puedan dar nombre y puedan describir lo que miran en sí mismos.
- 5. Diálogo que profundiza
El acompañamiento es algo importante y básico en el discernimiento. Quien acompaña debe tener un mínimo de experiencia de ayudar a una persona a considerar sus decisiones con responsabilidad. El diálogo es una manera de vocacionalizar muy típica en las Escrituras y en el discernimiento no será la excepción. Se dialoga con Dios, con el acompañante y con los compañeros de camino. Todo ello va trazando un camino comunitario de vocacionalización y de discernimiento comunitario. Se considera así la importancia de la propia vocación en medio de la comunidad.
- 6. Propósito que nos trasciende
Es importante que el joven elabore un propósito por sí mismo, con sus propios presupuestos y palabras. Para procurar su fidelidad a este compromiso ayudará mucho el acompañamiento posterior a la toma de decisión. Los compromisos siempre requerirán fidelidad, disciplina y evaluación. De este modo se enseña al joven a madurar sus opciones y seguir caminando en aquello donde se siente llamado.
- 7. Digno de celebración
La decisión ante la propia vocación implica un momento de recogimiento y de celebración ante el don recibido. Es parte de la pedagogía de Dios cuando sus planes llegan a feliz término y que preparan el interior para el cumplimiento total de su voluntad. La conexión con la trascendencia de Dios dará altura y seguridad al joven, que a pesar de todo Dios siempre estará con él.
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