«Construyamos horizontes, no paredes»
El Papa Francisco ha enviado un mensaje a todos los jóvenes que se alistan para participar en la Próxima Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. A la luz de su mismo mensaje queremos aprovechar para ir calentando los motores del corazón y unirnos en oración y conciencia a este evento mundial.
- 1. Experiencia de vida
El mundo virtual nos permite tener la experiencia de diseñar, de escribir, de dibujar, de construir «digitalmente» algún proyecto. Muchos hemos tenido al experiencia fatigosa de escribir algún trabajo para el colegio o la universidad. En variadas ocasiones hemos tenido que repetir el trabajo, escribir y borrar, y volver a escribir. Ese trabajo que empezó con lo abstracto terminó siendo un gran logro, y más cuando lo enviamos o imprimimos para ser calificados.
Ahora bien, abrimos un sencillo diálogo: ¿qué sensación tuviste mientras hacías tal trabajo, cuando lo enviaste al profesor y después de recibir la calificación?
Notemos que cada uno tiene una experiencia muy similar como distinta. Y quisiera recuperar una imagen importante al momento de realizar un trabajo de este tipo: el asesor. Su labor es estar atento a lo que se va proyectando y cómo se va concretando. Generalmente es una persona preparada o con cierta experiencia tanto en la asignatura o en la elaboración de trabajos digitales. Pero aquí queremos rescatar su labor como orientador. Sabemos que el trabajo lo hace el alumno y el asesor da pautas, corrige y anima el trabajo hasta llevarlo a una presentación para ser calificado. Esa figura será importante para la construcción de algo nuevo al lado de Dios en la Iglesia y la sociedad.
- 2. Palabra de Dios
Salmo 126
Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas.
- 3. Catequesis
El Salmo 126,1 que acabamos de escuchar nos invita a considerar la construcción y la vigilancia de una casa al lado del Señor quien sostiene todo aquello que se planifica. La vida y la vocación son dos cosas importantes que no se han de improvisar sino se han de ir construyendo en conciencia de lo que se hace y para qué se hace.
De este modo podemos ir comprendiendo que una convocatoria en nuestra parroquia, en nuestro decanato, en nuestra diócesis y en la Iglesia es un llamado a construir. El Papa Francisco nos anima en estos tiempos, con anticipación, para ir construyendo el «aquí y ahora» frente al horizonte que nos espera. Pero no es sólo los días de la JNJ sino tiene que ir más allá ese horizonte.
El Papa nos anima a construir actitudes concretas que nos ayudan a mirar con esperanza el horizonte de la propia vida y vocación evitando construir muros o paredes que nos ciegan ante el futuro.
Hoy los jóvenes podemos alcanzar a ver en distintos planos muros construidos por el egoísmo de la misma humanidad.
En un plano cercano tenemos las situaciones conflictivas en casa, la violencia e inseguridad en nuestras calles.
En un plano mediano de distancia miramos la corrupción y el estancamiento de posibilidades frente a malas administraciones de los recursos en nuestros pueblos.
En un plano lejano miramos con temor el futuro, con una humanidad cada día más vacía y mediocre, con pocas herramientas de discernimiento frente al progreso.
¿Tú detectas algún factor que construye esos muros?
Es bueno que sepamos dar nombre a aquellos «fantasmas» que construyen ese muro o pared de miedo frente al futuro y llevarlo a la consideración en nuestro proyecto de vida. Y empezar desde nuestro «hoy» a construir un horizonte nuevo, al menos soñarlo y, poco a poco, ir planificando cómo realizarlo.
También es importante recalcar la imagen del asesor de la construcción, no es lo mismo construir sólo y sin una guía que construir asesorado por un experto o alguien que tiene una mayor experiencia que nosotros.
Esta imagen podemos referirla primero al Señor Jesús, que mediante el evangelio y los sacramentos nos va dando pistas para acrecentar y nutrir nuestra fe frente a los desafíos diarios de la vida. Pero por otro lado, también podemos referirlo a las mediaciones que pone el Señor para un acompañamiento vocacional como un director espiritual o una persona que ha respondido ya y puede orientarnos como una religiosa o un sacerdote, o algún laico comprometido, un profesor o alguien que ha dado ya el paso de seguir la vocación que Cristo le ha mostrado.
Es importante, construir de la mano de Dios, sino en vano nos cansamos y fatigamos con tantos proyectos.
- 4. Actividad
A cada uno se le entrega una hoja de papel doblado a la mitad. En la parte de frente se escribirá o dibujará aquello que forma una pared o muro a corta, mediana o larga distancia. Se trata de expresar las inquietudes interiores de cada uno.
En la mitad interna se invita a cada uno a escribir o dibujar aquello que sueña y que le inspira a seguir «deconstruyendo» el muro fantasma que encuentra en su vida.
Al final se pide que en parejas o pequeños grupos compartan ambas caras de su trabajo y reflexionen sobre ¿cómo el mensaje del Papa les anima a seguir «picando piedra» para construir un nuevo futuro, pero esta vez de la mano del Señor.
- 5. Oración
Se pone en el centro del espacio de oración un martillo o mazo con la frase «ora et labora» y si es posible un ladrillo viejo o algún pedazo de construcción antigua que se pueda romper con facilidad.
Se escucha el himno oficial de la JMJ 2023 y se pide a los jóvenes que cada uno exprese ante el Señor alguna oración de intercesión por los jóvenes y asesores que participaran en dicho evento. A continuación se proyecta el mensaje del Papa Francisco. Aquí el link:
Al final, se pide a uno de ellos que rece el salmo 126 completo, sea recitado que cantado.
Para concluir se pide a otro que con el martillo o el mazo rompa el pedazo de ladrillo. A cada joven se le dará un pedazo pequeño de ese ladrillo roto, como recordatorio que esa piedra «deconstruida» puede ser usada por Dios para construir algo nuevo. El hombre con Dios, juntos construyendo una nueva historia.
0 comentarios