Pastoral de la Vocación

Cada vez que celebramos la Eucaristía es Navidad. Reflexión de adviento desde la eucaristía

Categorías Cultivar Espiritual
Este artículo está escrito por Jose Luis Ferre

Todos los años, al llegar la noche del 24 de diciembre los cristianos celebramos el aniversario del nacimiento del Salvador.

Según cuenta la Biblia, aquella noche José y María iban camino de Belén para empadronarse, tal y como había ordenado el emperador César Augusto. Ella estaba embarazada y para poder sobrellevar el viaje iba encima de un burro.

Ambos durmieron en un establo al no encontrar un alojamiento mejor. Fue ahí donde nació Jesús, también conocido como Jesucristo o Cristo, considerado por los cristianos como el hijo de Dios en la Tierra.

Encarnación y Eucaristía

La Eucaristía nos permite acoger más concretamente el significado y valor de la Encarnación. El gesto con el que Aquel que era Dios ha descendido del cielo para ser hombre y llevar una vida humana semejante a la nuestra se reproduce en la Eucaristía.

Cuando son pronunciadas las palabras: Esto es mi cuerpo… Esta es mi sangre… el Hijo de Dios se hace presente sobre la tierra en la carne que había recibido, en un tiempo, de su madre, la Virgen María. La Eucaristía confiere, por tanto, una nueva actualidad a la Encarnación.

Esta unión entre Encarnación y Eucaristía aparece de forma particular en el Evangelio de san Juan. El prólogo de su Evangelio nos presenta al Verbo que se ha hecho carne (Jn 1,14); sucesivamente, el evangelista, en el discurso del anuncio de la Eucaristía, nos trae las palabras de Jesús: El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo (Jn 6,51).

Cuando el Verbo descendió sobre la tierra haciéndose carne, no tenía sólo la intención de llevar una vida semejante a la nuestra, sino también de ofrecer aquella carne para la vida del mundo; por tanto, la Encarnación encuentra su cumplimiento en la Eucaristía.

Esto ha servirnos de gran consuelo para quienes no pudimos vivir ni participar de aquel momento único en la historia de la humanidad: la encarnación del Hijo de Dios; para aquellos que hemos nacido después de la muerte de Cristo y no hemos tenido la fortuna de conocerlo.

Jesús mismo llamó de manera particular la atención sobre la suerte de sus discípulos: ¡Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen! (Mt 13,16). Habríamos podido pensar que esta fortuna la han tenido solamente quienes vivieron en Palestina durante la vida terrena de Jesús.

Es verdad que quienes nacen después de Cristo no tenemos el privilegio que tuvieron los apóstoles de vivir la presencia visible del Salvador; no podemos hacer la experiencia que fue la de un breve período de tiempo, de valor único en la historia, la experiencia de la vecindad humana del Hijo de Dios.

Sin embargo, esta bienaventuranza, en el plano de la fe, es ofrecida a todos cuantos reconocen en Cristo al Hijo de Dios venido entre nosotros. Pero, sobre todo, es ofrecida a través de la Eucaristía, en la que el misterio del Verbo hecho carne se manifiesta y conoce una actualidad siempre nueva.

La Eucaristía permite a los creyentes acoger la presencia de Cristo como en un tiempo fueron invitados a hacer los contemporáneos de Jesús. Les procura la fortuna de ver, con los ojos de la fe, bajo un signo visible, el cuerpo y la sangre.

Para el trabajo grupal

  1. Los pastores fueron a adorar al Niño Dios. Señalar cinco actitudes de los pastores que pueden ser para nosotros una invitación a adoptarlas en Navidad.
  2. También fueron a adorarlo los Reyes Magos y después de adorarlo le ofrecieron sus dones. ¿Qué regalos podemos ir preparando para ofrecérselos la noche de Navidad? ¿cuáles nos parece que valoraría Jesús en especial?
  3. ¿Valoramos la celebración de cada una de las Eucaristías como una nueva ocasión que tenemos muchos días lo que celebramos en Navidad? ¿cuáles serían algunas de las manifestaciones?

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.

Share This