Pastoral de la Vocación

Ocho consejos del Papa Francisco a los sacerdotes

Categorías Cuidar Sacerdocio
Este artículo está escrito por Carlos Comendador

Las palabras del papa Francisco no suelen dejar indiferentes, sobre todo, a los sacerdotes cuando habla precisamente sobre el sacerdocio. Tomarlas en consideración con seriedad, tanto para la reflexión personal como en grupo, puede ofrecer algunas pistas de revisión y estímulo para la vida y el ministerio.

En este sentido nos centramos en las palabras que dirigió el 26 de octubre de 2022 a un grupo numeroso de seminaristas y sacerdotes que estudian en Roma. El acto se definió como “diálogo” pues se estructuró en torno a algunas preguntas que le formularon y las respuestas que el papa compartió como si se tratara de una conversación informal. En concreto fueron diez preguntas entresacadas de entres las más de doscientas que le enviaron con anterioridad. Esto hace que no haya un hilo argumental en los asuntos que se tocan o un esquema predefinido. Además, algunos temas son presentados de tal manera que sirven para todos los cristianos, no sólo para los sacerdotes, o ya han sido abordados por el papa en otras ocasiones.

A pesar de ello, podemos proponer algunas ideas que compartió el papa Francisco a modo de consejos válidos para todos los sacerdotes. Se sugieren al final unas sencillas preguntas a modo de cuestionamiento personal o para iniciar una reflexión en un encuentro de sacerdotes.

1. Busca un director espiritual

El tema de la dirección espiritual se repite en un par de respuestas. El papa prefiere utilizar la expresión “acompañamiento” en lugar de “dirección”. Y aunque la pregunta pone un acento especial en los sacerdotes jóvenes, Francisco invita a todos los sacerdotes a reconocer la necesidad de ser acompañados porque “la persona que no es acompañada en la vida genera “hongos” en el alma, hongos que luego te molestan: enfermedades, soledades sucias, tantas cosas feas”.

Recuerda que el acompañante espiritual ayuda a entender las emociones espirituales y reconocer lo que Dios quiere y pide a cada uno.. Ser acompañado es la clave para crecer y crecer bien.

Además, el papa distingue entre el confesor y el acompañante espiritual, que son dos roles distintos. También recuerda que no es un carisma exclusivo de los sacerdotes y que otros laicos y religiosos/as también ofrecen este servicio de acompañamiento.

¿Qué experiencia tengo de la dirección espiritual? ¿En qué sentido es una ayuda a mi crecimiento como persona, creyente y sacerdote? ¿Cómo vivo el sacramento de la confesión en tanto que penitente?

2. Discierne desde el desequilibrio

La dirección espiritual y el discernimiento van de la mano. Todos los cristianos están llamados a discernir, pero en este encuentro Francisco se dirige a un grupo de sacerdotes.

Y en su intervención introduce el concepto de “desequilibrio”, que no es fácil de entender a simple vista. El papa afirma que la situación sobre la que se discierne es “desequilibrada” porque entran en juego las emociones (consolaciones y desolaciones). Y en esta situación es donde se busca la voluntad de Dios que siempre apunta a un plano superior, a algo más y mejor. “Una persona ‘equilibrada’ no puede hacer discernimiento, porque no tiene mociones del espíritu. En el desequilibrio hay mociones de Dios que te invitan a algo, a la voluntad de hacer el bien, a levantarte después de caer en el pecado…”. El fruto del discernimiento es una decisión armónica que genera consolación espiritual.

Para crecer en el arte del discernimiento, el papa señala dos medios:el diálogo con la persona que acompaña y la oración, porque es en la oración donde nos dejamos guiar por el Espíritu Santo.

¿Cómo me ayuda la oración y el acompañamiento espiritual a la hora de discernir? ¿Qué decisiones (personales o pastorales) he tomado últimamente haciendo un proceso de discernimiento? ¿En qué sentido me han aportado armonía y consolación espiritual?

3. No pierdas “el olor a oveja”

Esta expresión la propuso Francisco hace años para hablar de una manera muy gráfica de la cercanía del sacerdote como buen pastor. Y los sacerdotes que están estudiando en Romas le preguntan cómo vivir el ministerio sin perder el “olor a oveja”. La pregunta tiene su razón de ser. Estos sacerdotes han dejado sus países, sus diócesis, sus parroquias, sus fieles…para dedicarse de manera profunda, seria y exclusiva a un estudio exigente. Parece que desaparece toda referencia pastoral para centrarse en las aulas, la biblioteca y la propia habitación. El peligro de perder el “olor a oveja” es evidente. Pero esto no sólo ocurre cuando uno se centra sólo en los estudios. Es importante tener en cuenta precisamente esto: “el olor a oveja” se puede perder.

Ante esta preocupación la respuesta de Francisco es evidente: el contacto con el pueblo santo de Dios es bueno para la salud espiritual del sacerdote y más si estudia o trabaja en Roma. En este caso les indica que el trato con el pueblo de Dios es “importante, necesario e incluso obligatorio”, a través de un compromiso pastoral, al menos los domingos.

El papa aprovecha para recordar las cuatro cercanías del sacerdote que desarrolló en el Simposio sobre el sacerdocio en 2021: cercanía con Dios, con el Obispo, con los demás sacerdotes y con el pueblo de Dios. Esta última se realiza en el ejercicio del ministerio.

¿En qué se pone de manifiesto mi cercanía con el pueblo de Dios? ¿Qué realidades (internas o externas) pueden hacer que pierda “el olor a oveja”?

4. Dialoga con humildad

A la pregunta sobre cómo ser puente entre el mundo de la fe y el de la ciencia, el papa responde de una manera muy particular. Más que hacerlo de manera genérica, parece que está pensando el encuentro entre una persona concreta que formula una cuestión a un sacerdote sobre temas relativos a la ciencia que afectan a la fe.

En este marco el papa establece algunos criterios. El primero consiste en permanecer abiertos a la problemática y al diálogo sin buscar la confrontación. Así, se muestra contrario a los manuales “hechos para responder a todas las dificultades contra la Iglesia, contra nuestra fe”. La apología no sirve, sino el diálogo. En este sentido el papa invita a dar respuestas que estén a la altura y con amplios horizontes.

En segundo lugar, señala que es necesario un ejercicio de humildad que implica reconocer que no se tiene la respuesta a todas las preguntas. En este caso habría que derivar la persona a alguien más competente y mejor formado para que le aclare. Reconocer que uno está en camino y no posee las respuestas a todas las preguntas no es nada fácil.

Por último, Francisco invita a “no responder ‘al aire’: te respondo a ti, a ti que me haces la pregunta”. No se trata de dar una respuesta teórica, abstracta y llena de erudición, sino de atender a la persona concreta que me pregunta.

¿Con qué disposición acojo las preguntas que los fieles me hacen? ¿Cómo les ayudo a pensar y reflexionar por sí mismos? ¿Qué predomina más en mí: el diálogo o la apología?

5. Usa para tu bien las redes sociales

El planteamiento de la pregunta es que la generación actual de seminaristas y sacerdotes está inmersa en el mundo digital y las redes sociales. El papa es muy escueto en su respuesta: “hay que usarlas, hay que usarlas sólo para eso, como ayuda para avanzar, para comunicarse: eso está bien”. Hay que servirse de estos medios con dos fines: para crecer, avanzar y seguir; también para comunicarse, es decir, crear comunión.

Y a continuación manifiesta su preocupación ante dos grandes peligros. Uno es el de “ver las noticias aquí, allá y acullá todo el día; o ver ese programa que me interesa o ese otro” hasta el punto de que no me deja trabajar y trabajar bien. El otro peligro es el de la pornografía digital, un vicio para mucha gente, también sacerdotes. “El corazón puro, el que recibe a Jesús cada día, no puede recibir esta información pornográfica.[…] Te digo que debilita el alma. Debilita el alma. El diablo entra por ahí: debilita el corazón sacerdotal”.

¿Estoy en las redes sociales con una intención pastoral clara y definida? ¿Cuándo he tenido la sensación de que el uso de internet reduce o dificulta mi capacidad de trabajar? ¿Qué experiencia tengo ante la pornografía digital?

6. Aprende los gestos de misericordia

Le preguntan al papa cómo aprender el lenguaje de los gestos que él usa de manera tan expresiva. Y Francisco recuerda que “hay tres lenguajes que te hacen ver la madurez de una persona: el lenguaje de la cabeza, el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos. Y debemos aprender a expresarnos en estos tres lenguajes: que piense lo que siento y hago, que sienta lo que pienso y hago, que haga lo que siento y pienso”.

Por lo que se refiere a los gestos, reconoce que los gestos de ternura se aprenden con los ancianos y los niños, dedicándoles tiempo y estando junto a ellos. Además, el fundamento de estos gestos es el estilo de cercanía que es propio de Dios. Él se ha hecho cercano al hombre en la encarnación de Cristo: “El estilo de Dios, no lo olvidéis, es siempre la cercanía, la compasión y la ternura. Y si estás cerca, con compasión y ternura, estás en el buen camino”.

¿Qué gestos de Francisco te han llamado más la atención? ¿Qué gestos te caracterizan? ¿Qué personas de mi entorno necesitan más un gesto de ternura? ¿Qué dificultades tengo para expresarme con gestos de ternura?

7. Sirve siempre a los demás

Como en otras ocasiones, el papa invita a los sacerdotes a ser servidores. Y como en otras ocasiones, señala dos grandes obstáculos. El primero es el “comodismo”, la búsqueda de la propia tranquilidad como si fuera un sacerdote funcionario. “El sacerdote funcionario vive el sacerdocio como si fuera un trabajo. Es cómodo, tiene sus propios horarios, esto depende de mí, esto no… Y así creciendo se convierte en un ‘solterón’, con muchos hábitos maníacos”.

El otro peligro es el de hacer carrera eclesiástica. A los sacerdotes que se mueven con estas intenciones, el papa los define como “trepadores”. No son servidores sino traidores y nunca están satisfechos.

Por ello recuerda: “Si tienes comunión piensas en los demás, si tienes participación compartes con los demás, si tienes misión piensas en los demás. Siempre servicio, servicio. Servicio, incluso el litúrgico es un servicio. Para servir a los demás, no a la propia comodidad”.

¿Cómo resuena en mí la denuncia que hace el papa de sacerdotes “cómodos” y “trepadores”? ¿Hay algo en mi vida que muestre que me he acomodado en mi vida y ministerio? ¿Me siento frustrado por no haber alcanzado alguna aspiración?

8. Formación permanente en la fraternidad presbiteral

La pregunta que formulan al papa parte del principio de que la formación permanente de los sacerdotes se desarrolla en la fraternidad sacerdotal. Y Francisco concreta esta idea en dos puntos. El primero se refiere a la relación entre los sacerdotes y les invita a mostrarse cercanos unos a otros, a hablarse. Lamenta que haya “grupos de sacerdotes que hablan de otros, y los hay de derecha, de izquierda, de aquí y de allá… Esto es un veneno. Es un veneno, una carcoma que mata el cuerpo presbiteral. Unidad entre los presbíteros”. Por ello exhorta a decirse las cosas directamente, a la cara. Pero, con caridad y con amor.

El segundo punto se refiere a la relación con el obispo, cuya responsabilidad es permanecer cercano a sus sacerdotes. Pero estos también han de manifestar su cercanía con aquel. Por eso les invita a ayudar y sostener a los obispos, aunque cometan errores y tengan defectos, porque también son humanos. A ellos también se les puede corregir fraternalmente. “Por favor, trata de conocer al obispo como a papá. Y si uno tiene la oportunidad de decirle faltas, decírselas, como papá. Es el padre, no es un enemigo ni el dueño de la empresa”.

¿Existen en mi diócesis grupos de sacerdotes? ¿En torno a qué se organizan (ideas, espiritualidad, formación…? ¿Cómo es mi relación con los sacerdotes de mi diócesis? ¿De qué modo y con quién expreso la fraternidad sacerdotal? ¿Cómo es mi relación con mi obispo?

1 Comentario

  1. Riccardo Giavarini

    Me identifico totalmente en esta identidad del sacerdote que además alimenta y profundiza una relación y una espiritualidad próxima concreta y profética en hacer presente el espíritu de la Navidad en medio de nosotros y en esta historia que nos toca vivir

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la política de privacidad y los términos de servicio de Google.

Share This